Entrada 1: El Muro de Papel: Cuando el Sistema no Espera por los Vecinos
Hay una sensación que seguramente muchos hemos sentido en estas últimas semanas: la de correr una carrera para la que no conocíamos la distancia ni las reglas. La de enfrentarse a un laberinto de fechas, boletines oficiales y un lenguaje técnico que parece diseñado, precisamente, para que nadie lo entienda.
Seamos sinceros y hablemos claro: como plataforma vecinal, no llegamos a tiempo para presentar las alegaciones formales dentro del plazo que la administración nos impuso.
Al principio, esa noticia se siente como un golpe, como un portazo en las narices. Es fácil caer en la frustración y pensar que hemos perdido una batalla importante antes incluso de empezar a luchar. Pero es fundamental entender qué significa realmente este hecho. No significa que hayamos fallado. Significa que el sistema está construido para no esperar por los ciudadanos de a pie.
Una Carrera Imposible
Los plazos administrativos son cortos y rígidos. Corren sin tener en cuenta que los vecinos tenemos trabajos, familias que atender, vidas que vivir. No somos un gabinete de abogados ni una gran empresa con un departamento legal. Somos gente normal que ha tenido que aprender sobre la marcha, que ha robado horas al sueño y al descanso para intentar descifrar cientos de páginas de proyectos complejos.
El muro burocrático está diseñado para ser alto, y no llegar a tiempo no es un signo de dejadez, sino la prueba de lo desigual que es esta lucha.
¿Significa esto que hemos perdido? Ni mucho menos.
Aquí es donde nuestra historia cambia y se vuelve más fuerte. No haber presentado alegaciones a tiempo no es el fin del camino. Al contrario, nos cierra una puerta, sí, pero nos obliga a abrir otras tres con mucha más fuerza:
- La Presión Pública y Mediática: Si la vía administrativa se ha complicado, la vía de la opinión pública se vuelve nuestra arma más poderosa. Ahora más que nunca, nuestra web, las redes sociales y el contacto con la prensa son fundamentales para que toda Canarias conozca la injusticia que se está cometiendo.
 - La Presión Política: Un plazo administrativo no anula la responsabilidad de nuestros políticos. El alcalde, los concejales, los diputados… su trabajo es representar la voluntad de los vecinos. Ahora nuestra labor es llevarles directamente nuestra voz, nuestras preocupaciones y la evidencia de que una comunidad entera se opone.
 - La Visibilidad en la Calle: Lo que no se ve, no existe. Las pancartas en los balcones, las reuniones en la plaza, las futuras concentraciones… cada gesto visible demuestra que, aunque un plazo haya vencido, nuestra determinación está más viva que nunca.
 
El muro de papel intentó silenciarnos antes de empezar. Pero lo único que ha conseguido es que ahora tengamos que gritar más fuerte, más unidos y de formas mucho más directas. La batalla no ha terminado, simplemente ha cambiado de escenario. Y en este nuevo escenario, nuestra unión es la única regla que importa.

